De lecciones va la cosa...
Hijo: Papá: ¿Alguna vez has masticado el pan hasta que sabe dulce?
Padre: ¡Cuidado! Dicen que la cáscara del centeno es alucinógena
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Allod: Amigos... ¿Alguna vez os habéis aferrado a algo o alguien y os ha fallado? Unos dirán sí, otros dirán no... Pero, lo importante... Luego, ¿Os habéis levantado?
Pensad. Masticad la vida hasta que se adulce, pero, la avaricia rompe el saco. Quizás la dulzura nos crea una ilusión.
Nuna tiréis la toalla. Aunque sea lo único que os queda. Pensad en "¡Qué feo quedaría el suelo con esa toalla!"
Sead sinceros, admitid errores, subsanadlos o no, no os puedo decir o mandar que lo hagáis. No debería.
Decid "Te quiero" a quien se lo merezca. Abrazad cuando podáis. Idiotas míos, seamos cariñosos.
Porque la esencia de la vida, la dulzura de la vida sin llegar a la cáscara del centeno, a la cáscara de las ilusiones... la esencia es ésto. Abrazar y ser abrazado, besar y ser besado, amar y ser amado, querer y ser querido.
Si alguna vez todo os falla, creéis que nada os sale, os véis feos ante el espejo... Habéis llegado a la cáscara del centeno. Seréis realmente idiotas sin rumbo.
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Hijo: Papá: ¿Alguna vez has masticado el pan hasta que sabe dulce?
Padre: ¡Cuidado! Dicen que la cáscara del centeno es alucinógena
Allod: ¿¡Cuidado!?, Mastica sin miedo, pero no abuses.
Hijo: ¿Por qué he de escucharte a ti y no a mi padre?
Allod: Nunca he pedido que me escuchen. He dicho lo que tenía que decir. Piensa en qué deberías hacer tú.
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Y, os dejo, pensad. Aquí os dejo una canción que me motivó mucho a la hora de pensar, tanto en escribir, como en la vida misma.
Recordad: Decid "Te quiero", dad un abrazo y, sobretodo, reid.
Padre: ¡Cuidado! Dicen que la cáscara del centeno es alucinógena
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Allod: Amigos... ¿Alguna vez os habéis aferrado a algo o alguien y os ha fallado? Unos dirán sí, otros dirán no... Pero, lo importante... Luego, ¿Os habéis levantado?
Pensad. Masticad la vida hasta que se adulce, pero, la avaricia rompe el saco. Quizás la dulzura nos crea una ilusión.
Nuna tiréis la toalla. Aunque sea lo único que os queda. Pensad en "¡Qué feo quedaría el suelo con esa toalla!"
Sead sinceros, admitid errores, subsanadlos o no, no os puedo decir o mandar que lo hagáis. No debería.
Decid "Te quiero" a quien se lo merezca. Abrazad cuando podáis. Idiotas míos, seamos cariñosos.
Porque la esencia de la vida, la dulzura de la vida sin llegar a la cáscara del centeno, a la cáscara de las ilusiones... la esencia es ésto. Abrazar y ser abrazado, besar y ser besado, amar y ser amado, querer y ser querido.
Si alguna vez todo os falla, creéis que nada os sale, os véis feos ante el espejo... Habéis llegado a la cáscara del centeno. Seréis realmente idiotas sin rumbo.
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Hijo: Papá: ¿Alguna vez has masticado el pan hasta que sabe dulce?
Padre: ¡Cuidado! Dicen que la cáscara del centeno es alucinógena
Allod: ¿¡Cuidado!?, Mastica sin miedo, pero no abuses.
Hijo: ¿Por qué he de escucharte a ti y no a mi padre?
Allod: Nunca he pedido que me escuchen. He dicho lo que tenía que decir. Piensa en qué deberías hacer tú.
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Y, os dejo, pensad. Aquí os dejo una canción que me motivó mucho a la hora de pensar, tanto en escribir, como en la vida misma.
Recordad: Decid "Te quiero", dad un abrazo y, sobretodo, reid.
posted by Allod at 6:21 PM
2 Comments:
Yo ya he masticado varias veces la cáscara del centeno, ¿sabes? Siempre me he levantado. Nunca sola... Siempre aguien me ha ayudado. Por eso a quienes lo han hecho, los valoro tanto. Tú eres uno de ellos, mi pequeño Berlioz.
Y... Ahora mismo NECESITO abrazos. Pero no un abrazo cualquiera... Una abrazo especial; un abrazo de alguien que me importe y me entienda. Y, en fin, esos abrazos están a muchos kilómetros.
¿Dices que no tire la toalla? Sí, es cierto que queda muy fea en el suelo, pero cuando la tiras no te importa la apariencia del suelo.
Estoy aprendiendo a seguir adelante. A no tirarla. No es fácil, no te creas. Pero es lo único que me queda, ¿no?
Y os digo, a los que piensen que soy fuerte (porque los hay), se equivocan. Es que no, no soy fuerte.
Pero no te estropeare la entrada, que me ha encantado.
Si es que tú lo vales, mi gato.
Te quiero (k).
yo quiero un abrazo.
o varios, lo que surja.
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